Tras el caótico día de ayer, volvemos al asunto con mayor tranquilidad.
Como dije ayer, hubo un punto ciego de información que impidió ver el proceso final. O sea, los hipocentros acercándose a la superficie o por lo menos alguna oleada descolgada acercándose a la superficie, en este caso al parecer suelo oceánico. Podría deberse a alguna carencia en el despliegue de sismómetros que permitiese cálculos más exactos. No lo sé, intento explicarme ese hecho.
A estas alturas, no cabe duda que el terremoto de máxima magnitud registrado, actuó de detonador de la ruptura. Erá lógico esperarlo, trás las enormes presiones que se montaban en sectores profundos a unos diez Km mínimo de profundidad. Las series anteriores de sismos, ya habrían prepardo con microfracturas la zona de apertura de chimeneas. Puede que haya varias como en toda erupción fisural.
Respeto a la señal de tremor, ya ayer dije, que mostraba una tendencia a incrementar su amplitud (a ser más gordito en el trazo). Hoy sigue esa tendencia. También por algún lado mencioné de prestar atención a las frecuencias dominantes en el espectrograma y variaciones. Esa variaciones se han producido y se ven en forma de largos trazos horizontales de color rojo más oscuro. Al comienzo, cuando la aparición de la señal de tremor, las frecuencias predominentes eran bajas, de 1-2 Hz, más tarde han aparecido más concentradas, en bandas, en frecuencias de la zona de 3 Hz. Eso puede indicar cambio de tendencia en el magma como se ha descrito en otros volcanes. Como aquí este proceso no se había registrado nunca, la cosa es una novedad a tener en cuenta en el futuro.
Poniéndome a lanzar hipótesis, las primeras señales de tremor no indicaban erupción en marcha sino inicio de la fase pre-eruptiva. Las señales de tremor aparecen siempre antes, durante y después de una erupción. Este caso no iba a ser diferente. Lo que detectamos ayer por la mañana era el aviso de una erupción en poco tiempo. Corresponde este periodo a la dominancia de frecuencias bajas y moderada amplitud, posteriormente, el tremor varió (engordó).
La llegada de bandas de frecuencias algo superiores, sin dejar de existir la anteriores, en mi opinión, indica el inicio real de la erupción.
El problema es que alguien o algunos, confundieron realidad, deseos y fantasías, con dosis de ignorancia incluida y vieron ya el volcán humeante. Y no lo pudieron ver, detectar, ni ver gases porque todavía no estaba allí. Iba en camino. Pero, cosa hilarante, es que si realmente hubiese aflorado allá a profundidades de entre 500-1000 metros, era un disparate tratar de ver nada desde el aire o barcos. La presión de la masa de agua salada, su baja temperatura y el comportamiento de lavas bajo el mar, cambiaban el habitual espectáculo (y conducta) de las lavas y gases en superficie, donde montan unos espectáculos impresionantes. Esas mismas condiciones son las que impiden, en las últimas fases eruptivas, que exista una intensa actividad sísmica de ruptura y explosiones de desatascamiento de conductos, o la brusca descompresión de volátiles que produce un buen ruido de fondo. En el fondo del mar, las cosas van más suaves y tranquilas. Si hubiera ocurrido en aguas de poca profundidad, sí que habría habido un espectáculos atronador y muy vistoso. Pero no ha sido así.
La erupción real, en mi opinión, ocurrió después de tanta algarabía mediática.
Aparte, se alertó de posibilidad de otras zonas eruptivas y quizá alguna en tierra. Tiene su lógica, si la erupción es de tipo fisural, aparecen a veces erupciones a lo largo de una línea más o menos recta y en un tramo de unos cuantos kilómetros. En aquellos momentos, nada aseguraba que no podría ocurrir así. Al parecer, por ahora, no. De ejemplo, la erupción histórica en Tenerife del volcán de Siete Fuentes (al lado de Izaña) y el volcán de Arafo. Todos fueron originados por el mismo foco eruptivo y sus bocas distan unos diez kilómetros.
Mientras, por ahora, los gráficos del IGN, muestran una gráfica de energías acumuladas en fase de estabilización horizontal, que si al fin, el sistema se ha desahogado de sus presiones, seguirá indefinadamente horizontal, hasta que finalice la sísmica. El número de sismos y en particular su magnitud, ha descendido enormente. La localización de hipocentros, ahora se centra en la presunta zona de afloramiento, submarina. El sismograma, lo dicho antes, muestra tremor armónico, con bandas dominantes de 1, 2 y menos densa de 3 Hz.
El tremor y la sísmica continuarán durante un tiempo difícil de estimar, al igual que ocurre en otras parte. Habría que decir, que las frecuencias de las que hablamos están por debajo de las que podemos oir o sea no se traducen en ondas sonoras.
Edito para añadir, que no doy este asunto por acabado ni mucho menos, acabará cuando los parámetros medidos vuelvan a ser lo de antes de esta crisis volcánica, sí, volcánica.
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